A lo lejos se escucha el sonido de un piano
Mi hogar se destruyó en una barra de bar
Quise olvidar mis problemas, tras el bello destello de un vaso lleno
Era efímera aquella ilusa panacea cuando se desvanecía esa engañosa neblina
Los problemas seguían cuando dejaba de soñar a través de un vaso que mi vida bebía
Era un triste despertar que por un segundo me hacía pensar que mi realidad no existía
Quería borrar lo que yo creía un engaño de la vida
Eran los demás que no me comprendían
Era el destino que no me quería
Seguía liando los problemas a la rueca de mi vida
En la ilusión de aquel amor que ya nunca recuperaré
Aquel que te hacía pisar por la vida con ilusión
Anhelantes caricias de ternura y pasión.
Pensar en la ternura de unas manos de bebe
En los gorgoteos de felicidad que da la inocencia, en la suavidad de su piel
Aquel hijo a quien yo defraudé.
El admirar una primavera en flor
Acariciar el agua mientras corre entre los dedos
Admirar el ocaso en un horizonte bello
Hoy tengo tiempo y me paro a pensar
Pero aun me queda decir que no sólo fue la mía; arruiné la vida a aquellos a quien quería
No, el culpable solo fui yo.
AUTORA: ANA TADEO